¿Lo sabía? La palabra "Denim" viene de "Nîmes twill". Sí, tu tejido favorito, que por extensión dio nombre a la prenda, es de origen francés. Y nosotros también.
Históricamente, los vaqueros se han confeccionado con Denim, un tejido de sarga de algodón caracterizado por finos dibujos oblicuos. Este tejido de sarga muy tupida confiere a los vaqueros su resistencia y durabilidad. Suele estar compuesto por un hilo de urdimbre azul y un hilo de trama blanco o crudo, que da al tejido su aspecto texturizado.
Hay dos tipos de tela vaquera: cruda o tratada. El tejido vaquero crudo se tiñe de índigo y no ha sufrido ningún tratamiento desde su fabricación. El tejido adquirirá una pátina natural cuando lo lleves puesto, para un resultado muy auténtico y único (¡igual que tú!). Pero la mayoría de los vaqueros se someten a diversos tratamientos para conseguir el efecto desteñido que tanto nos gusta y que da todo su carácter a nuestros vaqueros. En definitiva, los vaqueros tratados son una opción un poco "Jackpot" para los aficionados al denim que adoran las telas de estilo vintage pero no tienen paciencia para esperar a que sus vaqueros favoritos adquieran una pátina con el paso del tiempo.