Abrigos de mujer

El abrigo de mujer suele ser el toque final de un conjunto, ¡la aceituna de la pizza! Aquí tienes todos nuestros consejos para elegir el abrigo de mujer perfecto.

Con tantos modelos y estilos entre los que elegir, es fundamental encontrar el que se adapte a ti, a tu tipo de cuerpo y a tus necesidades para cada temporada. Un abrigo no sólo debe abrigarte, sino también realzar tu figura y reflejar tu estilo personal. Tanto si optas por un trench, una parka o una chaqueta de plumas, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a elegir la pieza perfecta ;)

Conozca su morfología

El primer paso para elegir un abrigo de mujer es conocer la forma de su cuerpo. No todas las mujeres tienen la misma figura, y a cada forma le favorece un corte distinto. Si tienes forma de A (hombros más estrechos que las caderas), elige un abrigo que abrace la cintura y ensanche ligeramente los hombros, como una parka o una gabardina entallada. Para una silueta en V (hombros anchos, caderas más estrechas), opta por abrigos acampanados para equilibrar tu complexión. Si tienes un cuerpo en forma de H (hombros y caderas alineados, cintura poco pronunciada), los abrigos rectos o las chaquetas con cinturón serán tus mejores aliados para estructurar tu silueta.

Uno de los primeros criterios que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un abrigo de invierno es el material. Los abrigos de lana suelen ser los más populares por su capacidad para mantener el calor sin perder el estilo. La lana es un material natural que ofrece un excelente aislamiento térmico, lo que la convierte en una de las opciones favoritas para los abrigos de invierno. Entre los distintos modelos, encontrarás abrigos hechos totalmente de lana o mezclados con otras fibras para añadir ligereza o resistencia.

Si vives en una región donde la lluvia es frecuente, te recomendamos que optes por un abrigo con acabado impermeable. Las parkas, a menudo confeccionadas con materiales sintéticos, son ideales en este caso. Ofrecen una excelente protección contra los elementos, al tiempo que mantienen un estilo informal. Para los días especialmente fríos, una chaqueta de plumón es una opción interesante. Ligeras pero muy cálidas, suelen estar rellenas de plumas o fibras sintéticas que retienen el calor sin apelmazar el cuerpo.

Por último, si te apetece glamour, nada mejor que los abrigos de piel (sintética, por supuesto).

Combinar el abrigo con otras prendas es esencial para crear un look armonioso. La gabardina, por ejemplo, es imprescindible en primavera y otoño. Este estilo atemporal puede combinarse fácilmente con conjuntos informales como vaqueros y botines, pero también con un vestido o una falda para un look más chic. La longitud de la gabardina, a menudo hasta la rodilla, alarga la silueta y le da un aire sofisticado.

Para los días más fríos, combina una parka o un plumífero con un jersey de lana y unas botas para crear un look acogedor y elegante a la vez. Los abrigos largos, como los de lana o piel, combinan especialmente bien con conjuntos elegantes, como vestidos o pantalones sastre. Para completar tu look, los accesorios son tus amigos: una bufanda colorida, un sombrero a juego y unos guantes elegantes pueden marcar la diferencia ;)

El color del abrigo también es un elemento clave a la hora de combinarlo con el resto de tu vestuario. Si tienes un abrigo de un color neutro, como negro, gris o beige, será fácil combinarlo con la mayoría de la ropa. En cambio, un abrigo de un color vivo, como el rojo o el verde, puede convertirse en la pieza central de tu conjunto, y deberás elegir prendas más sobrias para equilibrar el look.

Elegir la talla adecuada es crucial si quieres que tu abrigo de mujer realce la silueta de tu cuerpo sin comprometer tu comodidad, chicas. Un abrigo demasiado grande te pesará, mientras que uno demasiado pequeño te resultará incómodo, sobre todo si llevas varias capas debajo.

Para elegir la talla adecuada de abrigo, ten en cuenta la longitud y el corte. Si eres menuda, opta por abrigos cortos o de largo medio, que alargarán tu silueta. En cambio, si eres alta, puedes permitirte abrigos largos que darán un toque de clase a tu conjunto. Presta atención también al corte: un abrigo entallado lucirá tus curvas, mientras que un modelo oversize ofrecerá un estilo más frío, pero menos estructurado.

Durante las pruebas, ponte un jersey o varias capas debajo del abrigo para comprobar que no te aprieta demasiado. Un abrigo bien ajustado debe permitirte moverte con libertad sin que te quede demasiado holgado.

Cada temporada tiene su propia tendencia en abrigos. Este invierno, los materiales cálidos y naturales, como la lana, ocupan un lugar destacado en nuestro armario, al igual que las prendas de gran tamaño que ofrecen el máximo confort. Las parkas y las chaquetas de plumas siguen siendo imprescindibles para afrontar el frío con estilo. Las chaquetas de cuero y ante son perfectas para el entretiempo.

Para dar un toque de sofisticación, el abrigo de piel vuelve con fuerza. Si optas por este estilo, elige pieles sintéticas, más éticas pero igual de elegantes. Este tipo de abrigo combina a la perfección con conjuntos de vestir y te da al instante un aire chic y glamuroso.

Por último, no olvides cuidar tu abrigo para mantenerlo en buen estado temporada tras temporada. Unos cuidados regulares, como un cepillado ligero o una limpieza en seco según el material, prolongarán la vida de tu pieza favorita, ¡chicas!

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