El vestido de mujer, verdadera pieza central del guardarropa femenino, ha superado la prueba del tiempo y de las temporadas para seguir siendo la pepita emblemática de la feminidad.
Presente en todas las colecciones de moda, es el símbolo intemporal de la silueta femenina.
Gracias a las numerosas versiones, longitudes, estilos y materiales disponibles, el vestido se ha convertido en un must-have que responde a las expectativas y exigencias de las mujeres de todas las edades.
Los vestidos de mujer siguen ocupando el primer lugar en el corazón de las mujeres, gracias a la multitud de estilos y modelos disponibles.
Ya sea para una salida nocturna, un día de playa o incluso una boda, los vestidos se adaptan a cualquier ocasión.
Es sinónimo de libertad de movimiento, y ofrece a cada mujer la posibilidad de expresar su personalidad, garantizando al mismo tiempo un estilismo infalible.
Las tendencias de este año presentan una gran variedad de patrones, estampados y materiales, como encajes, lentejuelas, cuero o tirantes finos para dar un toque de garra.
No sabemos tú, pero nosotros tenemos una verdadera conexión con nuestra ropa. Nos gusta elegirlas con cuidado, probárnoslas, escoger el tono y el corte que mejor se adaptan a nuestra morfología... Y los vestidos no son una excepción, más bien todo lo contrario ;)
Pieza icónica, emblema de feminidad, ¡a nuestros estilistas les encanta trabajar esta pepita! Ya sean de color liso, estampados, vaporosos, ceñidos al cuerpo o de distintos materiales, en Freeman T. Porter hay algo para todas. Así que es hora de renovar el armario, chicas.
La estación del año es crucial a la hora de elegir el vestido perfecto.
En verano, las mujeres buscan tejidos ligeros y fluidos para mantener el calor a raya sin perder el estilo ON POINT.
Los vestidos largos de algodón o lino, con motivos florales o estampados, son imprescindibles para la playa o las noches de verano. Los vestidos con tirantes finos o cuello barco aportan un toque de frescura y dejan al descubierto los hombros para un look veraniego refinado.
En invierno, la comodidad y el calor son prioritarios.
Los vestidos de malla ofrecen una protección perfecta contra el frío, al tiempo que mantienen un encanto acogedor y femenino.
Los vestidos largos con mangas largas o cuello alto garantizan el calor durante todo el invierno.
Para una velada invernal, un vestido de terciopelo o lentejuelas le aportará un toque de modernidad, sin dejar de estar a la última.
La longitud del vestido suele ser un factor crucial.
Depende no sólo de la estación, sino también del evento y, por supuesto, de tu tipo de cuerpo.
Los vestidos cortos son ideales para eventos veraniegos, días de playa u ocasiones informales.
Resaltan las piernas y ofrecen gran libertad de movimiento.
Los vestidos largos, en cambio, aportan un toque de clase y sofisticación, sobre todo para las noches de fiesta o los eventos especiales.
Para una mujer de 50 años, la elección del largo del vestido puede variar según su estilo personal y su facilidad de movimiento.
Un vestido midi, que caiga justo por debajo de la rodilla, suele ser un excelente compromiso entre elegancia y modernidad.
A los 60, un vestido largo hasta la pantorrilla o el tobillo puede ofrecer comodidad y discreción, sin dejar de ser muy femenino.
Es importante sentirse cómoda con el vestido, ya sea largo o corto, y al mismo tiempo mantener un look que refleje su personalidad.
Elegir el vestido adecuado significa conocer tu tipo de cuerpo. Cada mujer es única, y ciertos cortes de vestido realzan mejor determinadas siluetas. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a elegir el vestido ideal para tu morfología.
Morfología en forma de A: Si tus caderas son más anchas que tus hombros, opta por vestidos acampanados o trapecio. Equilibrarán la silueta a la vez que realzarán la cintura.
Morfología en V: Para las mujeres con hombros anchos y caderas más estrechas, opta por vestidos con faldas voluminosas y estampados para llamar la atención sobre la parte inferior del cuerpo.
Morfología en H: Si tus hombros, cintura y caderas están alineados, los vestidos que ciñen la cintura, con cinturones o fruncidos, aportarán estructura a tu silueta.
Morfología en forma de O: Para las que tienen más barriga, los vestidos rectos o de corte imperio son ideales. Desdibujan la cintura sin dejar de ser elegantes y cómodos.